Feminismo

Parte 2. Las mujeres rumbo a la conquista: una ruta de perfección de saberes y rebeldías

Por Angélica Jocelyn Soto Espinosa

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Presentación: Las mexicanas, una historia feminista

Parte 1: De plantas, telas y vasijas ¿Cómo vivían las mujeres en la Mesoamérica prehispánica?

 

Como relatamos en la primera entrega, las mujeres asentadas hasta 30 mil años antes de nuestra era en el sur de lo que ahora conocemos como territorio mexicano fueron artífices de saberes como la gastronomía, el trabajo con textiles y la alfarería, principalmente de artefactos de uso doméstico y de figurillas de autorrepresentación

Durante estos años, las mujeres perfeccionaron estos saberes como consecuencia de la organización de la vida sedentaria: construyeron mejores casas, perfeccionaron las técnicas para la producción textil, elaboraron alfarería de uso doméstico y adecuaron técnicas de cultivo, desgrane y preparación del maíz. 

De la recolección y preparación de alimentos, las mujeres pasaron a la agricultura, que es el conjunto de conocimientos y técnicas para el cultivo y almacenamiento de alimentos y aprovechamiento de la tierra. Esto contribuyó a tener un control de los alimentos más eficiente y programado para almacenarlos, intercambiarlos o usarlos para la alimentación de los animales. 

Foto: Archivo Digital de las Colecciones del Museo Nacional de Antropología INAH/Canon vía Museo Nacional de Antropología e Historia

Este trabajo especializado dio a las mujeres un mayor conocimiento de la tierra y de la producción de mayor diversidad de alimentos. Con esto surgió una relación simbólica más profunda entre las mujeres y la llamada madre tierra. 

Durante el Preclásico temprano (2500-1200 antes de nuestra era), la agricultura se volvió tan importante en las culturas mesoamericanas prehispánicas que incluso amenazó la importancia del rol de la caza y la pesca, la actividad comunitaria que desempeñaban principalmente (aunque no exclusivamente) los hombres, quienes buscaron, a través de las pinturas rupestres y otras formas de representación, elevar su valor para perpetuar su jerarquía en los roles familiares. 

En el caso de los textiles también hubo un perfeccionamiento de las técnicas de coloración, hilado y tejidos, lo que permitió una variedad tan amplia de diseños para distinguir, incluso, entre estratos sociales y niveles de poderío. La fabricación de textiles fue un bastión en la economía mesoamericana, ya que se produjeron para el uso de la población en general y podían intercambiarse por otros bienes y servicios. 

Pero éstas no eran las únicas actividades, las mujeres del pueblo se encargaban de la educación infantil, la producción de bienes de subsistencia para la reproducción de sus grupos domésticos, y en oficios como tamaleras, tortilleras, curanderas, tejedoras, verduleras, guisanderas, hilanderas, hechiceras, vendedoras, parteras, entre otras, de acuerdo con la antropóloga María J. Rodríguez Shadow. 

Los roles de las actividades por sexo se consolidaron de tal forma que en el Posclásico tardío (etapa previa a la Conquista, que ocurrió hasta 1500) , la división sexual del trabajo ya estaba definida desde el nacimiento de las personas. Los niños estaban destinados a ejercer distintos oficios en espacios diferentes (la guerra, viajes largos, puestos políticos, funciones administrativas y rituales), mientras que las niñas fueron relegadas al ámbito doméstico para cocinar, tejer o hilar. 

En total, las mujeres del pueblo desempeñaron 18 oficios diferentes. Por otro lado, las de la élite, uno; y las nobles, al menos siete funciones de carácter político, ritual o intelectual. Mientras que los hombres del pueblo ejercían hasta 36 oficios distintos, principalmente de tipo agrícola y militar, según Rodríguez Shadow en el texto Las relaciones de género en el México Prehispánico.

Reprografía tomada de: Serra Puche, Mari Carmen, 2001. “The Concept of Feminine Places in Mesoamerica: The Case of Xochitécatl, Tlaxcala, Mexico”. En: Gender in Pre-Hispanic America, Dumbarton Oaks, Washington, D.C, p. 263. vía Museo Nacional de Antropología e Historia

El sistema político de la época (que concentró el poder en un gobernante y en un servicio militar), familiar (que permitía la poligamia para los hombres) y económico (que exigía tributo para la clase noble) jugó en contra de que las mujeres, a pesar de todo su trabajo, ejercieran poder y autonomía económica. 

Los roles militares, sacerdotales o de gobierno dieron a los hombres acceso a la riqueza social y el ejercicio del poder político, lo que estableció desde entonces relaciones jerárquicas de género. 

Además, el sistema tributario significó más carga de trabajo para las mujeres del pueblo, quienes hacían todas estas laborales para la unidad doméstica y, al mismo tiempo, para el sostén de sus comunidades. Por el contrario, los hombres podían pagar tributo con los bienes que producían las mujeres dentro de los hogares. 

Pero nada de esto ocurrió sin que hubiera actitudes de resistencia por parte de las mujeres.

De acuerdo con Rodríguez Shadow, hay evidencia de que las mujeres de Xaltocan (localidad en el norte de Hidalgo), por ejemplo, se rehusaban entregar el tributo y se burlaban de la masculinidad del gobernante mexica. 

Y en algunos relatos existe evidencia de que algunas mujeres llegaron a impugnar de distintas formas la dominación masculina, pero eso les llevó a sufrir el repudio social, violencia doméstica y castigos gubernamentales tan severos como la pena de muerte.  

El  acceso desigual a bienes, servicios, alimentos de calidad, y la sobreexplotación de la fuerza de trabajo, originó que los grupos tributarios (que pagaban impuestos) y en particular las mujeres, sufrieran enfermedades asociadas con la desnutrición, gastrointestinales, reproductivas y artritis (por el uso del telar). 

Esta estructura piramidal basada en la exclusión de las mujeres de los espacios de mayor reconocimiento social y poder, en el control de su capacidad reproductiva y la apropiación de su fuerza de trabajo, se forjó en el preclásico medio (1200- 400 antes de nuestra era) pero llegó a su máxima plenitud con la Conquista, época que abordaremos en la siguiente entrega. 

Figuras de mujeres embarazadas, Xochitécatl, vía Visit Tlaxcala

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La Crítica