Mi casa es santuario
Te incomoda que en mi casa no se reciban hombres, que no quiera yo que sepan la dirección, mucho menos que crucen la puerta. Te parece que soy tan misándrica, tan odiadora, tan enemiga de ellos.
Te incomoda que en mi casa no se reciban hombres, que no quiera yo que sepan la dirección, mucho menos que crucen la puerta. Te parece que soy tan misándrica, tan odiadora, tan enemiga de ellos.
Esta es la historia de 51 mujeres, un trabajo precario en planteles educativos que les fue arrebatado y tres años de organización colectiva.
Mi tatara-tatara-abuela no se sentaba en los cafés de París con las mujeres revolucionarias.
Por Montserrat Pérez Una de las cosas que más me molestaba de niña era tener que saludar a gente extraña cuando las fiestas decembrinas. Incluso si no era gente extraña, me sentía muy incómoda al tener que ir con un montón de personas adultas a […]
Por Angélica Jocelyn Soto Espinosa Ciudad de México, 20 de diciciembre de 2018.- Cada una tiene su lista de los mejores momentos de este 2018, esos que fueron un mensaje de esperanza y transgresión frente al contexto político, social y económico que vivimos las mujeres […]
Alejandra Bolívar Los hombres no deben entrar en espacios feministas. Punto. El argumento de que el «el compañero está muy deconstruido» o el de que «vamos juntos» a tirar al patriarcado es falso y es peligroso. ¿Cuántos acosos y abusos más vamos a tener que […]