Arte

[Poema] El macho de izquierda

puno-izquierdo

Por Montserrat Pérez

montserrat@impetumexico.org

*Este texto fue leído durante el II Festival de Artes Feministas de la Ciudad de México, escrito hace mucho y sentido en las entrañas desde hace más.

El macho de izquierda te llama compañera. El macho de izquierda te corrige amablemente en las asambleas. El macho de izquierda se pone a veces faldas. El macho de izquierda escribe “todes”. El macho de izquierda se asume feminista. El macho de izquierda se asume descolonial. También se asume antipatriarcal. El macho de izquierda te viola contra una puerta en una fiesta. El macho de izquierda te dice que tenía que pasar. El macho de izquierda te abraza, te sigue llamando compañera. El macho de izquierda marcha contra las violencias machistas. Se viste de violeta, lleva una pancarta, sonríe, grita consignas, levanta el puño, se escribe en el pecho “ni una más”. El macho de izquierda también tiene símbolos que nadie debe tocar. El macho de izquierda azota el teclado, se enfurece, se retuerce.  El macho de izquierda persigue mujeres, las insulta, las amenaza, comparte sus datos, echa espuma por la boca, dice que las quiere violar. El macho de izquierda ya ha violado, tú no lo olvidas, no puedes. Sale a la luz su violencia antes velada por discursos sociales grandilocuentes, que enunciaron hace años otros machos de izquierda, más famosos, igual de machos. El macho de izquierda se olvida que es de izquierda, se olvida que es «feminista», se olvida que es «descolonial». Retorna su lealtad al sistema que le ha dado todo, internamente reivindica su poder construido por una historia patriarcal. El macho de izquierda se quita la careta, renuncia a su farsa impuesta. El macho de izquierda renace macho a secas.

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