Feminismo

[Opinión] La violencia cibernética a una feminista (desde adentro)

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Por Menstruadora

Escribo esto ahora que no he vestido el chaleco antibalas, ahora que las tardes son grises y no tengo ganas de ser fuerte. El acto de escribir desde mi asignación de mujer no resulta poca cosa. Si bien tomar un lápiz implica un privilegio con respecto a otras mujeres, escribir lo que una piensa y le atraviesa es un acto político, no se diga publicarlo, hacerlo visible para más personas, porque eso para el patriarcado, es ya saltarse la barda, es ser una «protagónica» y «ególatra», o una «soberbia», al estilo judeocristiano, es decir, lo peor.

Además, seamos francas, ¿quién me creo para seguir hablando de mí? todo el tiempo de mí y de lo que pienso
Ni a quién le importe, ni quién me conoce
Que mi lucha ni vale la pena si no es en una marcha
Qué detestable soy
Qué aburrida
Qué ególatra
Qué tonta
Qué insegura porque necesito compartirlo
Lo leo en ustedes y también lo creo de mí

Internet nos facilitó varias cosas a las anónimas como yo, a quienes las empresas de comunicación no publicarían en sus sitios ni en sus impresos. Las que no vamos a aparecer en La Jornada. Las que no saldremos en Once TV. Nos posibilitó tomar un pedazo de arena y construir una maquinaria de difusión. Ahí apareció Facebook, que entendimos como trinchera cuando toda la gente llegó ahí. Claro, si el lápiz ya implicaba un privilegio con respecto a otras mujeres, una computadora con internet es un abismo de posibilidades económicas. Y ni se mencione el privilegio de tener el tiempo para escribir lo que una anda pensando. Además del trabajo personal de deconstrucción para creerse merecedora del acto de escribir.

Llegué a Blogger en 2004 y desde entonces sigo ahí. A Hi5 y MySpace en 2005, me fui antes de que desaparecieran. A Facebook en 2007. A Twitter en 2008. Me acostumbré a escribir, a hacerme pública, a fotografiarme desnuda, a escribir mis peores demonios a gente desconocida, lanzar una botella al mar, esperar que vinieran a contarme que también se sentían así. Supongo que tiene todo qué ver con que los últimos diez años de mi vida me he decidido construir sola. Así pasó. Blogger fue eso, la posibilidad de mirar otras vidas para espejearse, dialogarse con una, dialogarse con más. Pasaron muchas redes y varios años para que Facebook se nos convirtiera en eso a las feministas, en el diario público, en la transgresión cotidiana.

Lo he visto, nos es más fácil escribir en el muro de Facebook que hacer un texto para publicarlo en un medio por internet, no es cosa fácil esa de armar con palabras lo que una viene sintiendo y luego, de sentirse segura de compartirlo con otras. Así conocí a varias feministas y así me conocieron. Me puse Menstruadora. Menstruadora soy yo, no es mi sitio, es mi pseudónimo, lo que siento y pienso lo publico con ese nombre. Luisa Menstruadora, me dicen también, es así, no soy la administradora de un montaje, soy yo, pongo mi nombre completo y subo mis fotos sin mucho alarde porque no me interesa andar con miedo, soy yo, una persona, una mujer amestizada, feminista, lesbofeminista, con inseguridades y alegrías.

Mi actividad política en redes se incrementó desde hace dos años, ¿es que estoy obligándote a leerme? ¿te violentan mis opiniones? Violencia la de publicar fotos desnuda de tu compañera sin que ella sepa, eso es violencia. Violencia es publicar fotos de alguien más sin su consentimiento y descontextualizando, así esté en un parque. Violencia es difundir capturas de pantalla de conversaciones privadas que tuviste en un marco de «amistad», sin ningún consentimiento y con toda la intención de dañar. Violencia es que después de platicarle a tu novio algo en la intimidad, él lo haya difundido en internet, con tu nombre. Violencia es recibir a diario amenazas de muerte y de violación. Violencia es leer insultos todo el tiempo, cada hora. Violencia es acostumbrarte a eso. Que yo publique que la heterosexualidad es un régimen o que los hombres deben desaparecer como categoría política, es análisis y propuesta. Que tú entiendas que me refiero a tu corporalidad con pene o que hablo de tus gustos sexuales, es entenderme nada. Que te sientas aludido cuando hablo de machos misóginos es evidenciarte. Que después de no entenderme nada y haberte sentido aludido, quieras asesinarme, es apología del feminicidio, es misoginia encarnada, es machismo del que dicen que ya no existe. Jamás he hablado en términos de matar a alguien por ningún motivo, en cambio, hablo de autodefensa, de emancipación, de análisis de la categoría política «mujer» en la que me produjo el heterocapitalismo. No tengo un sistema de justicia ni un territorio. No te impongo nada. No hay una estructura que me proteja ni avale lo que pienso como un sistema, como una hegemonía, no hay lesbonorma como quieres imaginar. Mis opiniones son apenas un grito apagado en un México feminicida, son opiniones subalternas, incómodas, en este país donde la vida de las mujeres vale nada, donde normalizamos la desaparición de camiones repletos de mujeres y nadie habla de eso, nadie se indigna. Donde tenemos calles repletas con rostros de mujeres que esperamos que aparezcan. Donde tú puedes venir a insultarme cada día, a hacer chistes sobre cómo me violarías hasta matarme, porque crees que son «chistes» y no así, violencia ejercida desde tu masculinidad que esta sociedad lee como centro de poder, así también seas amestizado como yo, no importa, tu masculinidad está protegida.

En esa normalización he estado inmersa. Después de un tanto, una deja de poner atención a las amenazas, deja de leer, no existen, no es peligroso, no pasa nada, les damos block, doy muchos blocks a varones potenciales feminicidas y a mujeres que aplauden la misoginia. No soporto que otra mujer haga apología a la violación, que deseen que alguien me viole para «quitarme lo lesbiana», dejo de leer, dejo de creer, sigo en una burbuja que a veces se me rompe. Pero a veces, por mucho que una quiera ser fuerte, algo empieza a doler en un momento en que la vida tampoco es sencilla.

Hace unos días se desató un bombardeo de trolls en mis sitios, con más amenazas de muerte y más amenazas de violación que nunca. Jugaron a adivinar mi casa. Jugaron a agregar a todos mis contactos para pasarles fotos mías avisando que soy una violentadora e incluso pedófila. El cuento nadie lo creyó, por supuesto. Al principio me dio risa que me definieran como «feminista marxista», digo, en realidad coincido más con el lesbofeminismo antirracial de la abya yala que si bien retomó en sus inicios las aportaciones de alguna qué otra materialista francesa, pues no es marxista bajo esa categoría, pero bueno, ellos qué van a saber, reí al principio, pero luego la risa dejó de aparecer. Después de leer tanto comentario misógino, tanta violencia, tanta amenaza, la cosa me hizo repensarme.

Nunca pensé que esto pasaría, y lo digo ahora que puedo decirlo, ahora que no me he puesto el chaleco antibalas. Lo voy a decir también con conocimiento de que esto alegrará a quienes desean verme muerta, o sea, a los trolls. Quiero decir que sí duele, que sí hace llorar, que dan ganas de desaparecer, no hablo de suicidio, digo que dan ganas de taparse con una cobija, tomar chocolate, ver una película, dejar de ser, bajarse del mundo, dejar de pensar. No quiero contestar llamadas, no quiero mails, no quiero citas con protocolos de protección que no tomé a tiempo, no quiero gente preocupada, no quiero nada, solo quiero estar bien, con la música fuerte, con mi gata encimosa, con mi soledad bien puesta, no es este mi tiempo de buscar ayuda, es mi tiempo de cuidarme, de quererme, de escribirme.

Siento como si me hubiera quemado, veo la herida al rojo vivo aún, cualquier cosa, cualquier movimiento me da dolor.

Yo sé que no solo ha sido esto lo que me ha puesto triste. Pero sí sé que este episodio de mi vida se trata de violencia en redes. Que a esto de los trolls misóginos, se unió que aquella «amiga» difundió conversaciones privadas mías que dije en un contexto de «amistad», sí, hablo de la misma feminista que denunciaron mis compañeras y que tomó represalias conmigo.  Que no dudó en enviar esas capturas a más feministas por inbox. Que tengo que hacerme cargo de lo que dije ahí aunque lo dijera en un contexto de dolor, de chisme, de ardor, de confianza. ¿Quién tiene derecho a saber tus demonios? ¿Por qué tengo que hacerme cargo de eso? ¿Quién puede vulnerarte y cómo pueden las otras tomarte como enemiga con base en evidencia así? ¿Por qué además de las amenazas de muerte ahora tengo que cargar con una campaña violenta que me vulnera aquí en los círculos feministas? No quiero.

Lo estoy ahora contando porque los días pasan grises y esa violencia por redes que atribuía a simple falta de estrategia, me alcanzó. Confieso que ahora soy empática con casos de violencia en redes, porque sí alcanza, sí toca, sí duele. Yo que me sentía invictimizable, que cuando denuncié varias me llamaron «protagónica» en lugar de preguntar cómo me sentía como harían con cualquier mujer que vive violencia, yo a la que dudaron apoyar varias colectivas porque soy lesboterrorista y qué horror, dijeron, yo que soy invictimizable para quienes desde sus feminismos ponen condiciones para apoyar, no importa que la vida de la otra inclusa corra peligro. Sí, yo, esa que imaginan fuerte aunque nunca hayan hablado conmigo, esa que solo buscan si quieren que les difunda eventos, si quieren que acompañe abortos, a mí me duele, me toca, me hiere y lo cuento porque es un acto político, porque quizá he estado pasando esto en silencio y hay más compañeras viviendo lo mismo, o quizá no, quizá es que solo quiero escribir e irme curando.

Lo cuento porque el feminismo no es todo felicidad, porque ser feminista es aguantar muchas violencias que una no pide, que una no merece, aunque veces una cree que sí, ya ven que la religión católica se nos metió hasta los huesos al igual que el patriarcado. Creí y aún creo por momentos, que sí me lo merezco por haber difundido tanto, que me lo merezco porque mi feminismo no es el de Emma Watson, que me lo merezco porque ya sabía de las medidas de protección y nunca las apliqué, que me lo merezco por feminista, porque nadie me manda a hacer esto, que me lo merezco porque no debía confiar y confié, que me lo merezco por ser ésta, que me lo merezco por haber sido tan tonta para no protegerme a tiempo. Es que una se lo termina creyendo, que se lo merece, que además una no puede denunciar porque eso es acudir con el sistema de justicia corrupto de este país y yo no creo en eso, pero debo, quizá, hacerlo, porque la responsabilidad que me han puesto es mucha y no la tomo. No quiero vivir con miedo. No quiero que mi actividad sea condicionada por un grupo de misóginos sin nada qué hacer, que no pueden ni usar Google. No quiero eso.

Además ¿es solo contra ellos? La violencia es bien compleja, va desde la «periodista» misógina que publica artículos contra el lesboterrorismo aliándose con los machitrolls, hasta quienes se creen pensadores y analistas y terminan por avalar la violencia hacia mí y mis compañeras. ¿Qué de diferentes son ellxs a quienes me amenazan de muerte? Yo no veo la diferencia, articulan un discurso de odio del que no están midiendo consecuencias, un discursito de analista intelectual que avala las apologías de violación y feminicidio que me escriben a diario, un verdadero discurso de odio que está avalado por un sistema misógino, una postura de odio que pretende explicar como lo que son ellos y nadie más, al lesboterrorismo, un lesboterrorismo que solo es la propuesta de autodefensa y amor entre mujeres entre tanto machismo.

En fin, me doy el lujo de contar todo lo que me duele, ahora que no me he puesto el chaleco antibalas. Porque ya voy a dejar de ser ésta y no volveré a sentir esta tristeza, la inseguridad, la pesadumbre en los párpados, al menos no por este motivo.
Ya espero que los días dejen de ser grises, que vuelva mi seguridad, mi alegría, mi energía para hacer todos los proyectos del mundo, de maquinar ideas cada día.
Me extraño.
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34 thoughts on “[Opinión] La violencia cibernética a una feminista (desde adentro)

  1. Leyendo cada una de tus palabras, me di cuenta del dolor que sientes, no ese dolor físico, sino el emocional, el mas difícil de curar. Me siento muy decepcionada con este mundo porque cuando parece que algo esta cambiando, que algo nuevo y bueno comienza, una se encuentra con estas situaciones y piensa «no vamos para ninguna parte», todo sigue igual, igual a los momentos de los siglos anteriores, donde el machismo, la misoginia y la violencia sigue a flor de piel. Me da mucha tristeza que no hayas recibido ningún tipo de apoyo o ayuda por parte del movimiento feminista al que haces parte y que, además, te hayan atacado de esa forma tan cruel, violando, como dices, el contexto de amistad y confianza.
    Quiero expresarte que a pesar de no conocerte, de no tener idea como es tu rostro o de no saber como reacciones ante la cotidianidad, te apoyo, que comparto gran parte de tus pensamientos y que te ofrezco dos manos para lo que las necesites. No estas sola querida, vas a salir a adelante y un día cercano dejaras de extrañarte porque volverás a ser tu propia fuerza y tu compañera fuerte y con la capacidad de seguir defendiendo lo que crees. Desde este rincón, te mando buenas, muy buenas energías, fortaleza y sabiduría para superar este obstáculo.

  2. Luisa:
    Desde aquí te abrazo, te apoyo en lo que quieras y decidas hacer, te acompaño en ver la película o en ir a hacer la denuncia, en lo que quieras. Para mí como para muchas personas representas el inicio de varias cosas: la deconstrucción, el conocimiento, el ejemplo a seguir en hacer lo crees y vivir como decides, es por ello, que estoy contigo, al lado, caminado hacia donde quieras llegar.

  3. Luisa,

    Te abrazo fuertemente a la distancia. Es increíble ver cómo con estos actos reafirman la misoginia que denunciamos. Es increíble la violencia que traspasa nuestros monitores ¿Qué es lo que les mueve tanto para que te ataquen así, cuando tú jamás has lastimado a nadie (solo a egos privilegiados)? ¿Cuál es tu delito? Proponer un nuevo mundo, invitarnos a ver un nuevo mundo, carajo…Ya lo decía Bordieu: «de todas las formas de «persuasión clandestina», la más implacable es la que se ejerce simplemente por el orden de las cosas» . Tu delito fue atreverte a cuestionar el orden y entonces la horda de policías y cuidadores y vigilantes te ataca Luisa. Lo bueno que somos más, somos más.

  4. Luisa,
    Yo también te extraño, te abrazo a la distancia y espero que vuelvas pronto con toda la energía y que, por supuesto, estés mejor.

  5. te leo y me conforta saber que andas ahí… aunque sea en el momento oscuro, previo al nuevo amanecer.
    ánimo, awante, cariño por montones.

  6. Hola Luisa,
    Que pase el tiempo necesario para que ganes fuerza para seguir activa y entusiasta en cualquiera de las formas que elijas. Que el apoyo y el cariño de quienes tienes cerca te ayuden para regresar con fuerza multiplicada. Se necesitan personas valientes como tu. En México, en el ciberespacio y donde sea.
    Espero que esta situación tan injusta e indignante se pueda convertir en un momento para poder afinar medios y estrategias de una lucha que implica legado de y hacia muchas otras personas más.

  7. Muchas gracias por compartir, me siento muy identificada contigo por una situación que estoy atravesando, gracias por tu honestidad y porque me regresas el derecho de sentir todo lo que estoy sintiendo porque hasta ese derecho nos quieren quitar «no sientas eso porque implica que eres…» … gracias

  8. Muchas gracias por compartir, me siento muy identificada contigo por una situación que estoy atravesando, gracias por tu honestidad y porque reafirmas el derecho de sentir todo lo que estoy sintiendo porque hasta ese derecho nos quieren quitar «no sientas eso porque implica que eres…» … gracias

  9. No te conozco, pero me duele la situación por la que pasas. Cuánto pinche odio a la diferencia inunda nuestra sociedad y pensamiento. Gracias por compartir tus sentimientos que a pesar de todo, proyectan esperanza.

  10. Estamos contigo tanto ciber como fisicamente, esta es nuestra lucha y no nos rendiremos.
    Si tiemblan es porque saben que somos una amenaza para su oligarquia, eres una guerrera, gracias por el camino que has ayudado a construir para todas

  11. Luisa, para mí has sido una gran maestra de un par de años hacia acá. Lamento tanta maldad y tanta violencia en general, pero admito que me duele más cuando es dirigida a tu persona o a las feministas…

    Tal vez no fue tu plan, tal vez no lo pediste ni lo buscaste, pero eres una héroa. Estoy seguro que has tocado muchas vidas y las has mejorado y has trascendido. Yo te agradezco mucho. Abrazo virtual para ti.

  12. Luisa, las lágrimas recorren mi cara al leerte. Me duele mi país que se refleja en la violencia que hoy nos inunda, pero a pesar de todo, no te rindas. Nosotras surgimos justo porque tú, junto con las demás lesboterroristas nos inspiraron. Y a pesar de que ya estamos en nuestra cuarta década ustedes son nuestras maestras. Te amamos Luisa, te necesitamos. Vuelve pronto, vuela alto, vuelve libre. Si en algo podemos apoyar, no dudes en buscarnos. Lesboterroristas hasta el final.

  13. La lucha nunca es sencilla y no siempre vale la pena. Pero si nos ponemos a pensar tampoco la podemos dejar… es como respirar
    un abrazo y animo

  14. Luisa querida, me solidarizo contigo en la lucha que llevamos desde esta difícil trinchera. Obviamente cuestionar el privilegio que alguien asume que tiene de facto, les preocupa y angustia, por eso atacan con violencia, porque no saben de otra manera. Ojo, que no los estoy justificando. La manera en que lo hacen es tan terrible porque se asumen violentos, porque temen, porque los hacemos dudar. ¿duele? Por supuesto que duele, el que nos asuman como «fuertes» es parte de la gracia o desgracia del mismo machismo que te reta ¿pues no querías «igualdad, ten tu igualdad, así resolvemos las cosas los hombres, con violencia, no conocemos otra manera…» tan estúpidos son

    Lo que no te permito, nunca te permitiré es que llegues a creer que «te lo mereces» por de algún modo no tomar medidas, que por ser feminista y atreverte a pensar diferente, que eres protagónica cuando sólo querías sensibilizar, que confiabas porque creíste que la sociedad es más madura de lo que en realidad es. Te lo repetirán mil veces, para una lo fácil es creerlo. No les vamos a permitir quitarnos este espacio que es de todos, no quiero que dejes de ser una luz como lo has sido para mí y muchas, ahora recibe luz, tómate tiempo para descansar, para meditar, para hacernos fuertes. Para no dejarnos intimidar!!

    Recibe un solidario abrazo y mis respetos.

  15. Menstruadora querida:
    Tienes conmigo lo que tú me has dado. Puedes publicar aquí, venir a Guadalajara, anidar en nuestra casa; descansar. Estoy.

  16. Compañera Luisa, por mi parte tienes mi apoyo. A través de la página CalleSinAcoso daré disfusión, porque el acoso no sólo está en las calles. Si, tómate tu tiempo, habrá muchxs que diciendose feministas o lo que sea se atrevan primero a criticarte y defender al agresor, pero habemos muchas que no. Muchas que estamos para apoyarte, muchas que no queremos verte dañada por tanto pendejo machista, muchas que te queremos vivas como a todas las demás. Somos muchas, estamos dispersas, pero nos vamos encontrando.
    Un abrazo.
    Mucha Fuerza para tí y para Nad.

  17. Luisa Mestruadora,

    Muchos ánimos. Es difícil y duro. Pero tienes personas que te comprenden, que te apoyan y que alzan la voz contigo.

    He creado una página en el facebook que se llama: Insultos a feministas. Si quieres unirte y compartir lo que te digan, vamos a intentar apoyarte en todo lo que podamos.
    mucha fuerza!

  18. Mis mejores deseos para ti Luisa. Malditos sean aquellos que te han hecho sentir todo esto. Me indignación está contigo. Sin la lucha que tú y tus compañeras hacen, nada cambiaría para mejorar. Has logrado mucho y lo seguirás logrando. Te abrazo.

  19. aguante menstruadora, te queremos desde Chile, gracias por escribir lo que muchas pensamos, pero no escribimos, y publicarlo para otras, gracias por mostrarnos que existes y que no estamos solas ni estamos locas y que no somos pocas las que cuestionamos y denunciamos este orden criminal.

  20. Luisa, me duele mucho tu situación. Has sido inspiración para mí, para cuestionarme comportamiento adquiridos y cuestionar todo lo que me rodea. Desde ya te agradezco y te apoyo, condeno lo que vives porque desde que empecé con mis pensamientos feministas y a criticar me han llovido las críticas y he perdido amistades y conocidos.
    Espero que pronto estés bien, que ya no sean días grises, que regrese tu alegría, tu energía. No te conozco, pero te extraño en redes. Un abrazo desde ya. #TodasSomosMenstruadoras

  21. Luisa, muchas te queremos virtualmente y te extrañamos también. Muchas estamos esperando que vuelvas y sean tiempos mejores.

  22. Te he visto desde lejos, nos encontramos en el encuentro de mujeres. Después he seguido tu página, no siempre estoy de acuerdo, pero muchas veces sí,y desde lo más hondo de mi percepción, de mi intuición, aunque mi proceso no haya llegado al punto de alcanzar los ovarios que has tenido. Me da mucho coraje y mucho dolor, este mundo donde miserables violadores de palabra , de acción de política, andan por ahí sueltos, y sin embargo todas las fuerzas se unen para aplastar las voces….la tuya, la mía, la de todas. Me causa mucho dolor lo que escribes, prefiero verte fuerte y disentir contigo, que sentir este dolor tuyo, que es el mío. Un abrazo fuerte y SINCERO.

  23. La violencia duele, y cualquier persona con un mínimo de empatía, sentiría dolor. Mas allá de que seas feminista, marxista, leninista o cualquier cosa que se pueda ser…. Te abrazo en tu tristeza, que es normal sentir en un mundo como este, pero ánimo! que si no somos nosotros, quién va a enfrentarse a este mundo con sus estereotipos del asco.

  24. No ce si yo sea una perosana que pudiera opinar pero sabes que en el lugar donde vivimos esta echo un asco, una sociedad hipocrita,una socieda ignorante, vivimos en un mundo enfermo, yo soy ignorante y creo q un poco machista no loc pero cada dia aprendo de mis errores y experiencias, pero el destino pone travas o algo por el extilo, simple mente c tu misma di lo que quieras di lo que sientes y que la gente diga lo q quiera, sabes que vivimos en un lugar peligroso si pasa algo pues q pase, tengo una hija y como quisiera q no viviera en un mundo enfermo entre tanto machista, pero bueno, somos seres de luz y en los momentos feos, tristes,negros hay q brillar sale, quisiera decirte muchas cosas pero me encierro en mi mundo y no me gusta expresarme por la red, echale ganas y no todos somos iguales lo sabes sale, buena vibra y mucha luz para ti

  25. No hay palabras para poder devolverle a alguien las ganas que ha perdido en algo, lo único que puede unir a las personas es la empatía y el hecho de coincidir por algunas vivencias.
    Es preocupante lo que vives, es preocupante que se viva a diario en todo el mundo. Es preocupante que llegue a intimidar a una persona como tú; porque quiere decir que quiebra voluntades.
    Bienvenida de regreso, te envío un abrazo.

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La Crítica