Menstruadora

La primera vez que empecé a escribir sobre los niños varones como el nodo del patriarcado, es decir, el as bajo la manga del sistema, fue cuando me hice tía… de un niño. Antes de eso ni siquiera me importaba analizar a los niños varones y mis textos no tocaban ese punto.

Se hizo complicado cuando aprendió a hablar, cuando aprendió el lenguaje de las mujeres a través de su madre y abuela, ahí comencé a escribir sobre los niños varones, encontré lecturas y textos que reafirmaron todo lo que sospechaba: el patriarcado se renueva con ellos porque se afianza nuestra lealtad en unos ojos pequeñitos que aún saben decir «te quiero» y «abrázame», o que lloran cuando las cosas de adultos lo hieren, porque esos ojitos serán los ojos de niño, joven, adulto, señor, o sea, un macho feminicida más, pero que habremos conocido desde nacer, así que posee nuestro cariño, nuestra lealtad y nuestro corazón, nos arrebatan una parte de nosotras en la esperanza que ponemos en ellos. Claro, no siempre, porque las mujeres resisten, pero esa es la idea patriarcal.

Ilustración: Karine Jetté

Dicen algunas autoras que no es culpa del hijo, sino del padre, pero a mí la teoría lésbica radical y lesbofeminista me enseñó que el hijo se hizo padre en la fundación del patriarcado. Fueron los hijos quienes entraron a las ginosociedades a violar mujeres que antes fueron sus madres. Por eso hoy es más fácil, y no tanto, divorciarse de un señor, que abandonar a un hijo hombre, ahí está el sostén más fuerte del sistema patriarcal, ahí existen aún los cuentos del príncipe azul; somos enredadas en cuentos de que estamos con la excepción. Esa es la razón por la que hay que dejar de parir machos, pero aún no sabemos cómo se controla eso, porque nos arrebataron el saber de nuestras cuerpas, así que aún nacerán más con ojos tiernos, la trampa del sistema, y de eso tampoco tenemos la culpa.

Yo pienso que los perros machos y niños varones están conectados, porque, según yo, los niños pequeños que mueren pronto, a una edad muy temprana, antes de los 5, se vuelven perros. Esto lo digo porque Buñuelo es un macho y se parece mucho a mi sobrino o mi sobrino a él. Pero son machos. No son de nuestra Tierra. Supe de la renovación del patriarcado en ellos cuando me encontré cantándole una canción al sobrino, enseñándole palabras y no me pude quitar de ahí. Yo suelo decir a las mujeres que aman hombres que el amor que damos no habla de ellos, habla de nosotras, ese amor somos nosotras, pero debe ser para nosotras, no para ellos. Pero aquí la trampa es compleja porque viene en un empaque diminuto, con cara tierna.

Ilustración: Phyllis Harris

Mi hermana Camila el otro día dijo sin mucho conflicto, ella que ama a su sobrino, que cuando él crezca, nos querrá sacar de esta casa que es nuestra casa. Y todas asentimos, incluida la abuela. Será un señor como otros. Lo será. Pero más bien, es un niño encantador como otros, lo es, un pequeño alfil del patriarcado, con todo y su carita morena acolchada, la sonrisa fresca y blanca, su cuerpo de gusano, que parece inofensivo mientras me habla de dinosaurios.

2 thoughts on “El hijo se hace padre

  1. Querida Luisa, entiendo lo que dices. Como madre de un pequeñito, consciente de el mundo en el que crece, aun no encuentrose la fórmula para romper con los mandatos patriarcales. Mi querido pequeño, mientras fue muy bebito, gustaba de hacer y disfrutar las cosas sin género, pero han bastado un par de añosla de guardería para que nos diga quelo deben hacer los niños y que deben hacer las niñas, para que ya mo quiera sus playeras de Minnie y sí a Iron Man. Para que a su papá le diga que ellos son los fuertes y a mi y a su hermana, las débiles. Nosotres tratamos de poner otros ejemplos, de cambiar las reglas, a veces parece que lo entiende, pero luego lo veo salir de la escuelita preguntando molesto por qué sus amiguitos tienen espadas y él no

  2. Tienes que seguir firme con tus creencias y enseñarle que hombres y mujeres merecemos respeto y que la mujer no es sirvienta del hombre. Mi hijo me cuenta como hablan sus amigos y desde niños la sociedad les inculca eso, hay que hablarles a nuestros hijos sin pelos en la lengua, contarle como la mujer siempre ha sido sometida y tratada como ser inferior a lo largo de la historia para que reaccione.

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La Crítica