Carta a mí misma, a todas
Llegué a casa, sana y dentro de lo que cabe, salva y yo seguía sin poder creer que me había sumado a la estadísticas que arroja el sistema nacional sobre las víctimas de violencia de género.
Llegué a casa, sana y dentro de lo que cabe, salva y yo seguía sin poder creer que me había sumado a la estadísticas que arroja el sistema nacional sobre las víctimas de violencia de género.
Había en el ambiente mucha tensión, antes todo el mundo truequeaba con otras personas lo que cosechaban, pero ahora todo era tan escaso que cada quien guardaba lo poco que podía conseguir o cobraba por lo poco que tenía.
Gretel Alejandra Dueñas Romo En cada mujer, entre el onfalocráter y el monte de venus, escondida, subterránea un poco hacia el sur vive Volcán, conocida por sus tejidos gruesos, calientes y de gran calidad. Esta es su histeria… Cuando Volcán era pequeña, comenzó a hacer […]
Estábamos viviendo tiempos difíciles: los precios de la comida estaban disparados, habíamos perdido la pequeña parcela en la que cultivábamos, mi mamá se veía obligada a emplearse en la servidumbre de las casas de la ciudad por unas pocas monedas y todo el mundo la trataba como inexistente por ser viuda.
Gretel Alejandra Dueñas Romo Enero, 2019. Antes de que yo fuera, Tatiana vivía en un cuarto oscuro, sufría mucho, el lugar era tan pequeño que no podía estirarse por completo, un día se desesperó tanto que le salió sangre de su panza. Una joven que […]
Abril Mezo Elias Había una vez una niña llamada Sirena que vivía en el mar. Sirena jugaba con sus amigas las mantarrayas, eran sus mejores amigas. Ellas nadaban y salían volando a la superficie para caer nuevamente al mar, lo hacían una y otra vez […]