Poesía

Aquí ha nacido una hija, que danza a su compás

Lizbeth Márquez

Siempre supe que algo estaba mal,
Dando siempre por hecho que yo era el problema
Constantemente pensaba que había que cambiar,
La respuesta era el reflejo en el espejo, todo el tiempo un dilema.

Jamás imaginé que el origen pudiera salir de mi control,
Sufriendo por no encajar en un patrón,
Querer ser parte y al mismo tiempo no querer serlo me generaba confusión,
De haber sabido antes que se llamaba patriarcado, me hubiese ahorrado mucho dolor.

Sé siempre una muñeca, estar siempre dispuesta
Sé una mujer escultural, sé dócil, déjate manejar
No pienses mucho, tonta y guapa, es la respuesta
Cualquier otra cosa, no está permitido, no seas tan terca, déjate manipular.

Cuidado con estar más preparada que los hombres,
Ellos no quieren acostarse con su socio,
Ten cuidado de no ganar más que ellos, muéstrate débil y necesita siempre héroes,
Llora seguido, pide ayuda todo el tiempo, ya te la sabes, esto al final es un negocio.

Sé un buen producto, asegúrate de estar sana,
Cumple con el estándar y tendrás marido, hijos y casa,
Eso sí, cuidado con estar gorda, fachuda o desnalgada,
Eso es un crimen, cumple tu parte, sin tu apariencia no vales nada.

Siempre supe que algo estaba mal, es una dicha saber que los tiempos cambian,
Me quedo con una gran reflexión, la superioridad masculina son mitos, patrañas,
El tiempo de las mujeres llegó, súbete al tren o llora en el camino,
No se puede volver atrás, las mujeres han despertado, estamos cambiando el destino.

Ilustración: Stasia Burrington

Más amor hacía nosotras y menos lealtad para ellos,
Más aprecio por nuestros úteros y menos a sus deseos,
Que si alguien me necesita soy yo, ama y señora de mi cuerpa,
Las reglas en este territorio las pongo yo, bienvenidas a la nueva Era.

Es bueno saber que no se está sola en la metamorfosis,
Abrazada a mis hermanas me nutro de fuerza,
Agradezco haber sido parte de esta edición,
Las llevo en mi alma mientras continuo conociendo a mi mujer, mientras descubro a la fiera.

El trayecto es rocoso, pantanoso y escurridizo,
Más una vez que la semilla germina, no puede volver hacia atrás,
Un capitulo nuevo se ha escrito, yo decido,
Gracias Ímpetu por la oportunidad, aquí ha nacido una hija, una hija que al fin danza a su compás.

*Poema escrito en el curso Construyendo salidas de la autodestrucción a la autonomía de Ímpetu Centro de Estudios A. C.

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La Crítica