Feminismo

Pensamientos sueltos sobre quienes cuestionan a las víctimas de violencia sexual

ojos-cerrados
“Stellarscapes” de Oriol Angrill Jordà. Fuente: http://inagblog.com/2015/01/oriol-angrill-jorda-update-2/

 

Por Montserrat Pérez

montserrat@impetumexico.org

Escribo estos pensamientos sueltos porque realmente no entiendo cómo en un país en el que se reportan 15 mil violaciones al año y sólo el 20 por ciento de las mismas tienen alguna condena a nivel penal, la primera pregunta cuando alguien denuncia a su agresor es: “¿Será cierto?”.

Ahí van, en forma de lista:

  1. El que una persona sea buena en lo que hace (trabajo, arte, deportes, etc.) no  significa que no sea capaz de abusar de alguien más .
  2. Leo, “¿por qué no dijo nada antes?” en una nota de denuncia y luego leo comentarios sobre cómo seguro ella miente, cómo seguro busca hacerle daño al que señala como su agresor. Ah, va, creo que ahí tienen la respuesta. No denunciamos por miedo a las repercusiones sociales, al cuestionamiento de nuestra experiencia, las violencias que se desatan contra quienes se atreven a denunciar, miedo puro a que nos “hagan algo peor”.
  3. Reviso el “Diagnóstico sobre la atención de la violencia sexual en México” de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), el cual señala que hay estados que consideran “caricias, manoseos y/o tocamientos corporales obscenos, o que el sujeto activo hace ejecutar a su víctima” como “atentados al pudor”. Esos estados son Aguascalientes, Nayarit, Nuevo León y Puebla. ¿Atentados al pudor?
  4. ¿Por qué siempre se cuestiona a la víctima y no al agresor? Por ejemplo, el caso Lucero, en Guanajuato. María de la Luz Salcedo, «Lucero», fue golpeada brutalmente por un hombre que intentó violarla. Logró escapar saltando del automóvil y clavándole las uñas en los ojos. La respuesta del sistema de justicia de Guanajuato: cuestionarla, cuestionar su vida sexual, su relación con el agresor, cuestionarle todo. Lucero fue atacada en septiembre de 2013, aún sigue el proceso penal en contra de Miguel Ángel Jasso.
  5. Que conozcas a alguien y que no te haya hecho nada, no se relaciona en absoluto con sus comportamientos violentos hacia otras mujeres o víctimas. Es como pensar que un político no puede ser corrupto porque da diezmo cuando va a la iglesia. (Sí, así de absurdo).
  6. Pienso en el caso de Bill Cosby, afamado, querido en Estados Unidos, «el padre de América», reconocido en el mundo. Hay alrededor de 57 acusaciones de abuso sexual. La abogada de Cosby dice “…lo que digo es que las mujeres tienen responsabilidad. Somos responsables de nuestros cuerpos, somos responsables de nuestras decisiones, somos responsables por la manera en que nos conducimos…”. De acuerdo con las acusaciones de algunas de las víctimas, Cosby las drogaba y abusaba de ellas. Los recuentos de las experiencias se pueden rastrear hasta los años 60′. Algunas  se atrevieron a denunciar hace apenas algunos años. La pregunta que se les hizo: “¿Por qué esperaste tanto?”. El argumento de quienes lo defienden: “Quieren dinero y fama” y se han referido, como  el cómico Marlon Wayans, a las víctimas como “inviolables” y “perras”. Bill Cosby aún no ha puesto un pie en la cárcel.
  7. “¿Dónde están las pruebas?”. La palabra de las mujeres nunca es suficiente. ¿Cómo probamos que nos abusaron? ¿Cómo hacemos cuando la violencia es velada y sistemática? ¿Qué pasa en el caso de las violaciones maritales, los tocamientos de profesores o de curas, inclusive de familiares? ¿Qué pasa cuando hay cariño y amor de por medio, aunado al miedo?
  8. María, 9 años, vive en España. Había denunciado en múltiples ocasiones que su padre la tocaba. Sin embargo, seguían permitiendo que se la llevara a casa los días que él tenía la custodia, a pesar de que su madre pidió que se le quitaran los derechos parentales. A María le creyeron hasta que grabó a su padre confesando los abusos.

    Fuente: http://natural-queen-of-coarse.tumblr.com/post/25289419012/nonconformistmentality-the-beauty-of-natural
    Fuente: http://natural-queen-of-coarse.tumblr.com/post/25289419012/nonconformistmentality-the-beauty-of-natural
  9. No, la violación y el abuso sexual no siempre es como en las películas. No siempre hay gritos y golpes y mordidas, ropa desgarrada y la víctima llorando en el piso. Estos estereotipos dañan a las víctimas que no encajan en esta narrativa y daña la posibilidad de procuración de justicia para ellas. Para nosotras.

  10. Las cifras no reflejan fielmente la realidad. Es decir, si consideramos que en México (hasta 2012) el 92% de los crímenes, en general, no se denuncian. ¿Cuál es la cifra real de violaciones en el país?
  11. La denuncia no significa acceso a la justicia. Los procesos de denuncia son violentos porque vivimos en una cultura violenta hacia las mujeres. Es decir, hay una complicidad entre el estado y los agresores. No por nada nos dicen que jamás vayamos solas a denunciar una violación. Recordemos que la violencia sexual también es una táctica del estado, por ejemplo,  el caso de San Salvador Atenco.
  12. “Que diga su nombre real, que salgan a acusarlo las demás”. Horror. El anonimato y la privacidad de las víctimas son un derecho. El exigir que se revelen nombres de víctimas es también una forma de violencia, el acto de denuncia es un proceso individual y la forma en que se realiza cambia de víctima a víctima. Algunas lo harán de manera inmediata, algunas tardarán más, otras no lo harán (y eso no disminuye ni dice nada sobre su carácter ni su experiencia).
  13. La denuncia penal y el camino de la “legalidad”, no son los únicos caminos para acceder a la justicia. Es más, no hay UNA justicia, no todo es pararse en un Ministerio Público 10 horas (de entrada) a ver si nos hacen caso. La denuncia pública, el escrache y demás son también formas de autodefensa, son mecanismos que se apropian de los espacios de opinión, de los espacios públicos y privados, que llevan las denuncias a donde posiblemente no llegarían desde la vía legal.
  14. Si lo primero que piensas es “está mintiendo” cuando lees una nota sobre un abuso sexual o una violación, ¡ding, ding, ding, ding! Eres parte de una cultura de la violación y del feminicidio. ¿Del feminicidio? Sí, la cosificación de los cuerpos de las mujeres y la justificación de los agresores dan como resultado una estadística de 7 feminicidios al día (en promedio) porque hay alguien que piensa que probablemente se lo merecían, incluidas las personas que deberían encargarse de investigar esos crímenes.
  15. Espero que quienes hayan pasado por un proceso de violencia tengan la posibilidad de platicarlo con alguien, que se sientan amadas, que se sientan apoyadas, que puedan sanar, que puedan liberarse del peso del abuso.

Desde aquí, hoy, las abrazo y agradezco a todas las que han compartido sus historias, porque es a través de estos relatos que otras también decidimos hablar.

Fuente: http://natural-queen-of-coarse.tumblr.com/post/25289419012/nonconformistmentality-the-beauty-of-natural
Fuente: http://natural-queen-of-coarse.tumblr.com/post/25289419012/nonconformistmentality-the-beauty-of-natural

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La Crítica