Feminismo

Dueña de mí, dueña de mi cuerpo

Por Edmée Aguilar 

Al momento de tomarme la fotografía que subí al inicio, recuerdo que traté de hacer diferentes poses para no mostrar partes de mi cuerpo que, consideraba, no eran agradables a la vista. Utilicé el largo de mi cabello para tapar y no hacer notar la gordura de mis brazos, mi panza. Aún así se nota que el pantalón no me agarró bien y hay una notable circunferencia en mi vientre. Aún así, la foto me gustó mucho.

Fotografía de Edmeé Aguilar

Algo que noté mucho es que mis autorretratos previos se basan en clasismo y racismo. Explico esto así: el clasismo se hace notar a la hora de mostrar un estilo de vida determinado.

La típica fotografía de alguien disfrutando en un lugar perfecto y bonito. Lo que da cierta discriminación a las fotos, donde los sentimientos y las expresiones pudieron ser más reales, pero se encuentran dentro de un fondo considerado feo. El racismo viene a determinar, básicamente, destacar el color de piel que poseo. Por ende, también pedía ocultar las imperfecciones que arruinaban la foto, como la gordura que tengo en todo el cuerpo.

La misma gordura llevaba a no aceptarme, a querer cambiarme. Por ejemplo, soy una mujer con mucho pecho. Desde pequeña, mis experiencias fueron súper incomodas, hasta el punto de sentirme fea, gorda y discriminada por ser tan pequeña y tener los senos de un gran tamaño. Fui víctima de bullying por eso. No dejé que me afectara mucho, pero el recuerdo siempre ha estado presente. Eso además configuró mi mirada a siempre aparecer en las fotos tapándome o no gustarme las fotos en las que se notaban. Odiándome, incluso, por ser así.

Casualmente, este curso ha coincidido con un propósito de más amor propio que me puse a inicio de año. Ya que está tocando un tema que no tenía idea de cómo trabajarlo. El de mi propia figura. Y hasta ahorita puedo afirmar que aún no he sanado completamente. Me veo y quisiera ser diferente.

Pero en el momento en que tomo conciencia de mi cuerpo, ver a otras mujeres que sí se aman y las ventajas de tenerlo, siento que no estoy mal.

El pelearme con mi cuerpo hace que me sienta triste y no quiera hacer nada. Me debilita y me encierra en cosas que no me ayudan. Pero creo que hoy ya tengo las ideas y herramientas necesarias para sanarme y aceptarme. Además que el amor a mi cuerpo ha cambiado mis hábitos, como alimenticios y actividades, para llenarlo más de energía y amor.

Esto, fotográficamente hablando, ha sido lo que me ha impulsado a mostrar esta parte de mí en mi autorretrato. Quiero transmitir una figura segura, que muestre la mujer que soy. No la que debe ser alguien más para agradar a las personas.

Es por esto que decidí hacer dos series de fotografías. Una de ellas es a blanco y negro, ya que es un momento más íntimo conmigo misma. Y estos colores me hacen sentir que son especiales juntos, al igual que yo. La idea con esto es auto proclamarme dueña de mi cuerpo y ser feliz por cómo soy sin ropa, darme cuenta de lo que tengo y abrazarlo. Además que quería hacer cuadrar el color de mi piel con el del entorno.

Fotografía de Edmeé Aguilar
Fotografía de Edmeé Aguilar
Fotografía de Edmeé Aguilar
Fotografía de Edmeé Aguilar

La otra serie la deje a color ya que quise hacer referencia al momento justo donde me despierto. Que muchas veces es de mal humor, desarreglada y manchada por la sangre menstrual, pero feliz de seguir otro día con las cosas que amo hacer. En ésta quiero abordar dos cosas: la primera es que no se nos es permitido no sonreír para una foto. No podemos mostrar un sentimiento que no sea alegría y por eso la primera foto elegí una cara seria. Porque así es realmente la cara que hago cuando algo me molesta o me incomoda. Y no tengo porqué ocultarlo. La segunda, elegí la sonrisa, porque me gusta sonreír.

Fotografía de Edmeé Aguilar
Fotografía de Edmeé Aguilar

Las fotos que me tomaré de ahora en adelante, espero me ayuden a reconocer mi propia persona y esencia. Es difícil aceptar realmente quien es una, más si toda tu vida has vivido con expectativas hacia tu cuerpo y tu imagen. Pero mi esperanza es que en un futuro, cuando ya tenga el control sobre mí, pueda inspirar a otras mujeres a buscarse a ellas mismas.

 

*Este texto es resultado del curso «En busca de mi autorretrato feminista» impartido por Valentina Díaz en Ímpetu Centro de Estudios A.C. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La Crítica