Latinoamérica

[Crónica] Una lencha tarde en Ciudad Universitaria

Por Juana Pecadora

@JPecadora

El Grupo Lésbico Universitario (GLU) ha comenzado su jornada de talleres. Desde el pasado jueves 5 de marzo un grupo de mujeres jóvenes lesbianas se reúnen dentro de las instalaciones de Ciudad Universitaria, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para platicar, discutir, pero sobre todo, compartir temas relacionados con el lesbofeminismo.

La segunda sesión de los talleres del GLU se llevó a cabo el pasado jueves 12 de marzo, la hora fijada para dicha reunión marcaba a las 14:30 horas, después de 15 minutos de retraso y un par de vueltas en uno de los edificios de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM por fin hallé el espacio reservado para nosotras. “¿Son las chicas del GLU?” pregunté, al mismo tiempo que los ojos de las cinco chicas ya reunidas allí voltearon a mirarme: “Sí, pásale”, escuche decir sin saber de qué boca había salido. Tomé el primer asiento que mi vista descubrió al entrar. Al verme ya ubicada, cada una de ellas se presentó: “Mi nombre es…” enunciaban sin orden alguno, acto seguido fue mi presentación ante ellas. “¿Y si mejor ya comenzamos? Estas lesbianas impuntuales”, exclamó una de las organizadoras. El reloj marcaba casi a las 3:00 de la tarde y el tiempo se iba volando de nuestras manos. Para ese momento, en el aula nos acompañábamos seis cuerpas que esperábamos a que la sesión iniciara.

En esta ocasión el tema central era abordar las categorías sexo, género, orientación y preferencia sexual y para hacer un poco más amena la sesión propusieron una dinámica grupal:

La actividad inició dando lectura a un pequeño texto que narraba la visita de un ser “de otro planeta” a la Tierra. El pequeño forastero no conocía, ni comprendía la manera en que nuestra sociedad se organizaba y nosotras teníamos la tarea de explicarle las diferencias que existen entre “hombres y mujeres” para que éste pudiera identificarles sin problemas.

Se nos pidió enumerar las características propias de cada categoría. Al principio no comprendíamos bien la dinámica pues para quienes nos encontrábamos allí nos parecía un poco complicado definir ¿qué es un hombre y/o qué es una mujer? Evidentemente nos planteábamos esas preguntas desde una postura feminista y no encontrábamos las palabras indicadas, o la manera de explicarle a un extraterrestre cómo se vive en la tierra, sin embargo, la tarea no era tan complicada como nosotras creíamos y, después de un rato de discusión poco a poco íbamos dejando salir las características que diferencian socialmente a hombres y mujeres en nuestra sociedad. La lista fue larga y nada novedosa, nada que nosotras mismas no supiéramos, sin embargo, eso dio pie a una nutrida charla que se fue extendiendo por la participación de quienes se iban incorporando al grupo. Poco a poco fueron llegando las demás chicas, una tras otra. Al poco rato pasamos de ser seis a ser nueve cuerpas reunidas compartiendo conocimientos, experiencias y sobre todo noamor al lesbofeminismo.

Cada una hablaba, interrumpía, opinaba, contaba, desde sus propias experiencias la manera en que poco a poco habían ido de-construyendo su ser y estar en el mundo. El género, como todo en nuestra sociedad, es una construcción que atraviesa y define socialmente nuestras cuerpas y nuestras vidas, eso lo sabíamos todas.

El tiempo iba avanzando y la plática iba siendo más rica, se respiraba un ambiente de confianza, de complicidad, de querer saber más acerca de la compañera, de la hermana, de la amora. Cada participación reforzaba nuestras ideas, desertábamos de algunas y las transformábamos para todas.

Era una tarde muy productiva y, aunque siempre permaneció la incertidumbre de tener que desalojar el aula por algún/a académica que tuviera que dar su cátedra allí, cada una de las participantes nos esmeramos en sacar el barco a flote.

No dejábamos que el silencio reinara sobre la palabra, la lengua se nos fue de largo a todas, se ahondaba hasta la raíz, era necesario. Sentíamos que el tiempo caía sobre nosotras y apresurábamos el paso.

Por razones de tiempo nos tuvimos que detener, evidentemente era casi imposible saltar de un tema a otro. El tema “sexo y género” acaparó cada una de nuestras participaciones, cuando el tema parecía cerrado se abría otra ventana que explorar. Lo demás quedó en stand by hasta la siguiente sesión.

A las cuatro de la tarde, con un par de minutos a nuestro favor la sesión se dio por terminada y cada una salió del lugar quien sabe a dónde, mientras tanto yo sigo “en espera” de la siguiente semana para volver a reunirme con las chicas del GLU.

Grupo Lésbico universitario se reúne todos los jueves a la misma hora, si quieres asistir, escribe a grupolesbicouniversitario@gmail.com.

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Foto: FB de Grupo Lésbico Universitario

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La Crítica