Luisa Velázquez Herrera A los 6 no podía creer que mi compañerita Stephanie fuera tan hermosa y creativa que me daba tristeza cuando no venía a clase. A los 12 me encontré preguntándome cómo es que todas tenían la seguridad de que les gustaban los […]
Confiaré de a poco y a sorbitos cuando sienta que la otra está hecha de palabras, de abrazos y de un cuerpo que escucha hacia la vida.
Recomiendo llorar por todas las veces que me han negado ese derecho, y por todas las veces que lo ejercí sin saber que algo por dentro iba sanando.
Creo que todo empezó un día en la Basílica. Una persona muy cercana me preguntó si yo creía en la aparición de Guadalupe y todo lo que se dice de ese lugar. Pensé, ¿Cómo?, ¿tú no?, ¿quieres decir que es opcional creer?
Te incomoda que en mi casa no se reciban hombres, que no quiera yo que sepan la dirección, mucho menos que crucen la puerta. Te parece que soy tan misándrica, tan odiadora, tan enemiga de ellos.
No es justamente que la heterosexualidad pueda ser negociada, discutida o transgredida de la misma forma que los reglamentos urbanos…