Feminismo

[Opinión] Los hombres no deben entrar en espacios feministas

Alejandra Bolívar
Ilustración de Maithe Franchi

Los hombres no deben entrar en espacios feministas. Punto. El argumento de que el «el compañero está muy deconstruido» o el de que «vamos juntos» a tirar al patriarcado es falso y es peligroso. ¿Cuántos acosos y abusos más vamos a tener que aguantar antes de echarlos permanentemente de nuestros espacios?

Cuando llevan a tipos a espacios feministas lo que se hace es vulnerar a todas las que se encuentran en dicho espacio y es no entender de una vez por todas que las sujetas políticas del feminismo somos las MUJERES. Los hombres no tienen por qué entrar ni mucho menos participar en lo que a nosotras nos ha costado tanto trabajo construir.

No existen los hombres feministas por más que nos esforcemos (o se esfuercen porque yo hace mucho dejé de creer en ellos) por hacerlos ver, entender e incluso que les demos conocimientos teóricos y metodológicos, lo que hacemos en realidad es fortalecer al patriarcado, es darle nuestras armas, nuestro pensamiento, nuestra resistencia para que la despojen de contenido y la conviertan en algo conveniente para su propia existencia, para victimizarse o para directamente hacernos daño.

¿No les suena aquel tipo de Twitter muy luchador social que dice que sabe más que las feministas de feminismo porque hizo un posgrado en estudios de género (que, jajá, no es feminismo)? ¿O aquel otro que es muy famoso en el mundo de las TIC y que tiene una denuncia de acoso desde hace un año (al menos) y ha tenido acceso a la información más sensible de muchísimas activistas?

Cuando se habla de «sororidad» no basta con decirlo, no basta con decir que nos vamos a defender unas a otras o que nos creemos o que nos amamos, si las acciones van hacia el sentido opuesto. Es grave que no se entienda la urgencia de los espacios sólo para mujeres, es aún más grave que se insista en los espacios mixtos ante las vivencias de tantas compañeras. Se trata, literalmente, de nuestra supervivencia y la protección de nuestros saberes. Ya basta de la tibieza, ya basta de comprar el discurso liberal que nos obliga a seguir siendo de y para ellOs. Es momento de tomar postura y eso implica volcarnos hacia nosotras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La Crítica