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[Opinión] La UNAM necesita reconsiderar tras el sismo

Facultad de Odontología (Imagen de: César González Cruz)

 

Por Lunas, Colectiva Feminista Universitaria

La UNAM en su afán de normalizar las labores para darnos un sentimiento de tranquilidad, está siendo irresponsable. No podemos regresar a clases el lunes 25 de septiembre como lo anunciaron ayer.

  1. Nuestro grupo de la clase de 12 a 14 hrs de los martes, vivimos el sismo dentro de un salón de la Facultad de Filosofía y Letras, uno de los salones del pasillo miniatura al que las y los estudiantes conocemos como “las ratoneras”, estos salones no fueron remodelados y ni siquiera limpiados en el inicio del semestre como el resto de la facultad, son pequeños y la mayoría de los grupos que tomamos clase ahí tenemos sobrecupo, es regla que si te toca clase ahí tienes que llegar temprano para ganar lugar, si llegas tarde tienes que ir a pedir una silla al salón del lado, a veces da risa de lo triste que es la situación, en otros días nos ha tocado ver gente que se sienta literalmente afuera del salón o justo debajo del marco de la puerta.

Minutos antes del sismo, gracias al simulacro el tema salió y una compañera nos informó que el nuevo protocolo de seguridad decía que durante el sismo debíamos replegarnos a las paredes sin ventanas, alejarnos de éstas porque se podrían romper y esperar tres minutos para poder salir. Durante el sismo seguimos el protocolo.

El edificio entero sonaba, las ventanas estaban a punto de estallar, las paredes se separaron de las columnas, salía polvo, nuestros ojos vieron todo eso, pero una cámara no, y pareciera que es necesario para que entiendan por qué no queremos regresar el lunes a esa área de la facultad a tomar clases como si nada. Cuando dejó de temblar, esperamos unos minutos y por fin pudimos salir y la gente seguía bajando por las escaleras.

No es exageración, lo que nuestros ojos vieron no da para que nuestro cerebro lea “sólo hay daños menores” y estemos a gusto de regresar a tomar clases la próxima semana. Necesitamos tomar nuevas medidas.

Necesitamos que las autoridades de la FFyL informe detalladamente los daños, a todas las personas que estudiamos o trabajamos ahí, que nos explique qué “daños” son normales y qué cosas fueron de verdad dañadas.

Necesitamos un nuevo protocolo de seguridad que considere el número de personas que se encuentran en la facultad y que éste se haga del conocimiento de toda la comunidad estudiantil.

Necesitamos reasignación de salones para los grupos de muchas personas.

Necesitamos que todas las salidas de la facultad estén siempre abiertas. A veces cierran las salidas hacia las islas o la salida del ágora, varía la hora a la que hacen esto y nuestra vida depende de esto.

  1. Tenemos compañerxs que han tenido pérdidas, materiales o humanas. Tenemos compañerxs que viven en zonas difíciles, donde no hay agua, electricidad, ni siquiera hay transporte y si lo hay es importante recordar que siguen asaltando en varias zonas de la ciudad, y que en muchas otras partes hay calles que siguen cerradas. Tenemos otrxs compañerxs que han sido desalojados de sus edificios dejando todo, completamente todo dentro. Otrxs siguen en crisis post traumática, tienen miedo, ansiedad, etcétera. Y muchos otrxs están ayudando en centros de acopio, brigadas de todo tipo incluso artísticas, están en albergues, en otros estados, en los pueblitos más allá del centro de la CDMX.

  1. ¿Por qué hay tanta prisa innecesaria por volver a la normalidad? No podemos hacer de lado todos estos puntos importantes. No podemos ignorar los ojos que vieron las paredes separándose, creyendo que eso sería lo último que verían antes de morir. No podemos ignorar a las 25 personas replegadas en una pared que nos quedaba chica, en la que en realidad no podíamos protegernos todxs. No puedo olvidar a mis compañeras en la pared contraria, mientras les caían restos de pared, inmóviles del terror. La UNAM no puede ”hacer como si nada” y reanudar labores mientras la mayoría de su alumnado está al pie del cañón en las brigadas, siendo ese par de manos tan necesario en tantos lados ahorita. Tiene que tener en consideración a quienes se lastimaron en el sismo, a quienes se lastimaron en las brigadas, a quienes fueron a donar víveres y conseguir lo que se necesita los tiene exhaustos. Tomar en consideración a quienes lo perdieron todo, a quienes huyeron dejando sus recuerdos atrás, y a quienes ya no volverán a ver a alguien querido, a quienes llevan desde el martes sin bañarse, sin gas, en la oscuridad. O a quienes no perdieron nada más que el camino a su universidad. Hay quienes solo les queda el temor: temen dejar su casa, dejar de ver a su familia aunque sea unos momentos, hay quienes temen pisar la facultad en donde sintieron la tierra temblar. La frivolidad no puede presentarse en nuestra máxima casa de estudios, mientras afuera la solidaridad de miles de mexicanos se graba con fuego en todos nuestros corazones.

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